Las libertades que quieren quitar

24.05.2024

Por Comprometidos con la Libertad

En el afán del gobierno por gestionar desde la "anti política", en los últimos días hemos sido testigos de declaraciones que más que ser polémicas, son ridículas y violentas.

"No, curarlos" dijo Francisco Oneto, ex candidato a Vicegobernador de PBA por LLA, en su cuenta de X (ex Twitter) hablando sobre las personas homosexuales a quienes también trató de "invertidos". A raíz de que varias figuras salieran a repudiar sus dichos, entre ellas Luis Novaresio o compañeros de su mismo espacio como Álvaro Zicarelli, Oneto tuvo un vago intento por esclarecer sus dichos, aduciendo que "no tiene nada en contra de la homosexualidad, pero que no está de acuerdo en promoverla". 

Quizás el problema sea que Francisco Oneto está muy ocupado defendiendo a homicidas como Máximo Thomsen como para tomarse diez minutos e informarse que la homosexualidad hace muchísimos años dejó de considerarse enfermedad, por lo que pretender curarla es igual de absurdo que convertir a una rana en una liebre.

Lo que terminando siendo incluso peor que estos dichos maliciosos y desinformados, son las declaraciones de un funcionario activo de esta gestión, Francisco Sanchéz. El actual Secretario de Culto de la Nación fue invitado como orador en el Viva España 2024, donde en su discurso volvió a abrir discusiones que como sociedad hace años que habíamos cerrado, como el divorcio o el matrimonio igualitario; además de insistir en su idea de derogar la ley de aborto.

Sobre las leyes de matrimonio igualitario e identidad de género dijo que estás fueron hechas para "pervertir a nuestros hijos" y "destruir a la familia". Acto seguido, justificó su postura diciendo que todas estas leyes se debatieron en momentos donde la Argentina no estaba preparada para el debate; el divorcio en el 87' con Alfonsín, el matrimonio igualitario en el 2010, con Cristina Kirchner y el aborto en el 2020 durante la crisis sanitaria del coronavirus en el gobierno de Alberto Fernández. Luego, mencionó un supuesto estudio serio y reciente que mostraba que el "30% de los los hijos de padres divorciados padecen un trastorno ansioso y que además tienen un rendimiento escolar 25% inferior al de un hijo de una familia tipo" Lo que es cuestionable en estos dichos es que de este estudio nunca fue citado ni el nombre, ni el autor, ni la fecha. Parece que las discusiones sobre temas que incomodan y espantan a los conservadores solamente pueden darse en momentos de bonanza económica y social.

Y como frutilla del postre, el Diputado "Bertie" Benegas Lynch, el mismo que insinuó que los niños deben dejar de ser escolarizados en caso de que su familia los requiera trabajando, se acopló a los dichos de Sánchez y manifestó su incomodidad hacia que el matrimonio entre dos personas del mismo sexo sea llamado así, escudándose en que el término proviene del latín mater, por lo que es la discusión es "un tema semántico y realmente si dos mujeres, dos hombres o quien sea que quieren hacer un contrato que sean responsables lo pueden hacer y no tiene que estar metido el estado". Luego, calificó como "ridícula" a la Ley de Divorcio; aduciendo que el Estado no debe meterse en el tema.

El gran problema de tener a funcionarios diciendo sin escrúpulos tantas burradas es que habilita discusiones arcaicas y absurdas. Por suerte, somos libres de opinar y nadie va a impedir eso. El problema es que quizás por tener un minuto de fama o por alinearse con el estilo de Javier Milei de construir desde la deconstrucción del viejo paradigma, muchos caen en exponer sin conocimiento sobre cuestiones saldadas o derechos adquiridos.

Basta de una crisis económica, social e ideológica para que un gobierno auto percibido como liberal cuestione las libertades de las mujeres, de las minorías sexuales y del pueblo en general.

En momentos así, es de vital importancia anclarse a lo conseguido y no permitir que se dé marcha atrás a los derechos adquiridos. En momentos así, uno esperaría respuesta de parte del Gobierno, repudiando los dichos y los atentados a las libertades individuales, gestionando en materia de aplicación de derecha, que no significa abrir un Ministerio que derive en un agujero negro de gasto público, como intento hacer el peor gobierno kirchnerista. Se trata en realidad de educar, difundir información verídica y actualizada y sobre todo, permitir la libertad de los supuestos libres del mundo

Sobre las libertades que faltan lucharemos, como se ha hecho siempre para conquistar lo legítimo.