Sobre el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia
Nicolás Massano

Desde hace 22 años, Argentina recuerda con dolor esta fecha. Se recuerda la oscura década del 70'. Grupos guerrilleros queriendo tomar el poder, y el ascenso de militares mediante un Golpe de Estado que han cometido infinidad de crímenes de lesa humanidad. Parecería un día en el que exclamamos por la Paz y Armonía. Parecería un día en el que todos condenamos los ataques de los guerrilleros, la dictadura militar, la censura…
Es evidente que un problema que tiene la sociedad argentina es que nos cuesta cerrar discusiones. Uno no quiere creerlo, pero es como si B existe porque existe A. Criticamos por criticar, no porque queremos traer nuevas voces a las discusiones. El problema se agrava cuando nos topamos con situaciones como esta.
No voy a hacer una mirada retrospectiva. No vengo a hablar del pasado, sino del presente. Sé que no voy a cerrar una discusión, aunque me gustaría.
Voy a dejar en claro algunas cuestiones. No quiero reducirme en chicanas o ataques infantiles hacia el oficialismo, simplemente quiero expresar mi desilusión y desacuerdo con su postura sobre el tema. Tampoco voy a defender/ignorar el crimen organizado, al accionar de Montoneros, ERP y demás grupos terroristas, y jamás voy a dejar de recordar a los fallecidos gracias a estos grupos. Ni mucho menos voy a dejar de condenar la dictadura.
Con el ascenso del nuevo gobierno de Javier Milei, la institucionalización del negacionismo a los crímenes cometidos por la Junta Militar desde el 76' al 83' está a la vuelta de la esquina. La Libertad Avanza ya dejó clara su postura sobre este tema: la afirmación constante de que "no fueron 30.000 desaparecidos" (incluso en el discurso de apertura de Sesiones Ordinarias de este año la escuchamos), y la necesidad de recordar que han habido grupos subversivos, terroristas y guerrilleros.
Hay algo que deberíamos dejar sentado: la democracia brinda las herramientas necesarias y suficientes para poder frenar a estos grupos. Nunca una dictadura, el uso imprudente de las FFAA o el autoritarismo son la mejor opción para resolver problemas y controversias civiles. No porque no puedan solucionarlos, sino porque debilitan el sistema político, y restringe la libertad y el ejercicio de derechos de esa parte de la sociedad que no está ligada o relacionada al conflicto. La censura que han sufrido millones de argentinos es inadmisible, repudiable e intolerable.
¿A qué voy con esto? Se ha hecho popular la frase "los militares nos salvaron del comunismo y del terrorismo". Más durante estos últimos años, cuando la ideología "libertaria" empezó a tener más aprobación. Además, es cada vez más común creer que cuando las papas queman, todo vale. Desde esta lógica, se justifica la dictadura y a los militares. Los mismos militares que se han encargado de debilitar el sistema democrático en aquella época, de configurar y planear el sistema político del país para poder justificar su ascenso antidemocrático.
Tenemos un gobierno empecinado con volver a la discusión de hace casi 50 años. El "No fueron 30000" me suena a desinterés por los desaparecidos. No importa si fueron 30000, 7000, 100 o 4. Han desaparecido civiles en manos de militares que tomaron el poder. Y eso es lo que se condena. Grandes exponentes ideológicos y funcionarios del gobierno han promovido estas ideas que se traducen en levantar la bandera "pro dictadura". Ignoran el hecho, que remarqué más arriba, de que una dictadura afecta a toda la sociedad.
¿No fueron 30000? ¿Fue una movida política para tener repercusión internacional? Bien. ¿Importa la cifra? No, pero no por desinterés. Hubo desaparecidos y víctimas de la censura. Muchos de ellos, inocentes.
Por otro lado, tampoco es admisible que estos grupos guerrilleros no hayan sido identificados y enjuiciados junto a los militares. La historia se ha encargado de condenar a una de las partes, dejando impune a la otra. Si queremos discutir la cuestión nuevamente, este tema no debe quedar de lado. Si hacemos memoria, que sea completa.
Quienes se encargaron de escribir la historia, ignoraron o intentaron borrar de nuestra mente lo ocurrido anteriormente. Atentados en plazas, calles, colegios, que se han llevado la vida de cientos de argentinos. Hoy, muchos de los perpetuadores caminan libremente por la calle, sin haber sufrido ningún tipo de condena judicial ni social. Algunos han recibido beneficios ofrecidos por el Estado.
Hay mucho para hablar sobre este tema, pero no quiero aburrirte con un relato histórico que seguramente lo conoces o lo viviste. Sé que dejé sentado que es un error volver a hablar de este tema. Pero de un lado tenemos un grupo partidario que niega una parte de la historia, y del otro tenemos otro grupo partidario que intenta hablar de la historia completa, pero termina justificando una dictadura. Se nos hace imposible no hablar sobre esta historia.
Quiero, si me lo permitís, que reflexionemos juntos. Acá no voy a negar a ninguna parte, y no me voy a posicionar de un lado o del otro. Repudio la banalización del gobierno sobre los desaparecidos, a la reivindicación de la dictadura, a los que se tapan los ojos y oídos cuando se habla de los grupos terroristas del peronismo de izquierda, a la "grieta" que se ha generado nuevamente.
No es novedad: ni los guerrilleros ni los militares son inocentes. ¿Cuándo será el día en el que condenemos a ambos por igual?
Es imperioso cerrar definitivamente el tema, y sacar cualquier bandera partidaria del medio de la cuestión. No es saludable para el país que la discusión tenga cada vez nuevas aristas inconclusas y generadoras de divisiones y no de consensos.
Nunca más dictadura. Nunca más guerrilleros.
Hoy y siempre: libertad, democracia y PAZ.